Emprendedor – 3 lecciones de aprendizaje para emprendedores

21.01.2016 13:39

Para todo emprendedor en crecimiento

Comparto esta historia con el público lector de esta web con el fin de motivar a todo emprendedor a escuchar su instinto, voz interior, Dios, ángel de la guarda o como le quieran llamar; esa voz que siempre tiene la razón pero que ignoramos por temor, falta de convicción o simple duda de que esta “voz interior” este en lo correcto.

 

Es la costumbre (o paradigma) pensar que abrir un nuevo local, negocio o sucursal es un logro para cualquier emprendedor; de la misma manera que cerrarlo es un fracaso. En mi caso no fue así.

Lección 1: Deja fluir los cambios

El primer local

Entre mis deseos tenía uno que persistía en mi cabeza que era tener una tienda de productos de belleza, cosméticos, productos para la piel, uñas, cabello, en fin todo para la mujer que le gusta arreglarse. Tomen en cuenta que vivo en Venezuela, un país en donde la vanidad femenina esta a la orden del día! Toda mujer (desde niña) quiere pintarse las uñas, los labios, colocarse un lazo en su cabello, en fin un negocio rentable.

Finalmente alquilé un módulo pequeño en un centro comercial nuevo y concurrido en el centro de la ciudad. Lo decoré, hice publicidad, cada vez tenía mas mercancía. Fue creciendo poco a poco. Sin embargo, aunque las ventas iban bien, faltaba algo.

El segundo local

Un año después de tener el primer local comencé la búsqueda de un nuevo sitio, con la idea de cerrar el primero.

Todo comerciante sabe que luego de hacer un punto de venta, iniciar de nuevo en otro sitio (en la misma zona) cerrando el anterior es una locura, es empezar de nuevo un camino que ya tenías recorrido, ya tenía una clientela fiel y recurrente.

Encontré un local un poco mas grande que el anterior en otro centro comercial unas cuadras mas adelante del primero. Entonces sin pensarlo lo alquilé. No es que estuviera ganando montañas de dinero como para invertir en otro local, pero era lo que mi impulso me llevaba hacer.

En el primer local coloqué una empleada, el segundo lo atendía yo. Ambos crecían poco a poco, con clientela recurrente y cada vez más inventario.

Por nuevas leyes en el país el centro comercial donde tenía el segundo local decidió reestructurar la organización de los locales, enviándome a un local en el primer piso (donde circulaban menos personas) que tendría que adecuar, pintar y arreglar para poder ocuparlo. A pesar de que cualquiera en mi situación hubiese dicho “NO! allí voy a vender menos, hay menos gente, hay que invertir arreglando, mucho trabajo” yo decidí aceptar lo que se me presentaba, sin negación alguna. Soy fiel creyente de aceptar la voluntad de Dios, eso fue lo que hice, acepté su voluntad y me fui al local en el primer piso. He aquí la primera lección Deja fluir al universo. Los cambios siempre son para mejor.

Lección 2: Cree en tí

El primer local seguía funcionando con ventas regulares, que al compararlas con las del segundo local en el primer piso, no llegaba al 25% del ingreso total. Además de eso la vendedora que tenía allí decide renunciar para ocuparse de sus propios proyectos personales (una chica emprendedora :) )

Al renunciar esta chica mi decisión fue cerrar este primer local por dos sencillas razones:

  1. Encontrar una nueva vendedora, responsable y honesta como la que acababa de renunciar no es tarea fácil.
  2. El segundo local estaba vendiendo lo suficiente como para cubrir mis gastos mensuales.

Muchos hubiesen pensado (y era lo que me decían cuando decía que iba a cerrar el primer local) Por que vas a cerrar? Te va mal? La situación del país? No puedes? Pero si tenias dos locales y ahora vas a tener uno? Fracasaste???

Sin embargo, solo me escuché a mi misma diciéndome Lo mejor es cerrar y ocuparte de un solo local. Con mucho temor a lo que venía lo hice, la chica terminó de trabajar el 28 de febrero y ese día cerre definitivamente el primer local.

Mi sorpresa… Para el día siguiente, 1ro de Marzo, las ventas en mi segundo local se triplicaron!!! Si, ese que estaba en el primer piso y por donde pasaba poca gente. Fue una cosa increíble.

He aquí la segunda lección Nunca dudes de tí, ni de tus decisiones. Por algo dicen que es mejor arrepentirse de lo que se hizo y no de lo que se dejó de hacer.

Los emprendedores solemos ser temerosos a fracasar, pero es considerado fracaso si no te levantas luego de eso. Ten presente que es tu vida y tu decides, a pesar de que todos quieran decirte que hacer, solo tú sabes que es lo mejor para ti!

Lección 3: Constancia y perseverancia

Si crees en tu proyecto no decaigas, continua que la constancia y la perseverancia SIEMPRE es recompensada. Puedes estar a un paso de conseguirlo.

Alguien una vez me dijo: “cuando quieras hacer algo todos te dirán que no puedes, cuando comiences te dirán como hacerlo, cuando lo consigas te dirán siempre supe que podías hacerlo”.